¿Qué es?
La Ritidoplastia es un procedimiento quirúrgico que pretende mejorar los signos más visibles del envejecimiento facial, eliminando el exceso de grasa y redistribuyendo la piel de la cara y el cuello. Este procedimiento es indicado para pacientes entre 40 y 60 años cuando empieza a ser más evidente el paso del tiempo en nuestro rostro, con la aparición de arrugas en la cara y el cuello y el “descolgamiento” de los tejidos.
¿Qué se puede lograr con la ritidoplastia?
Recuperación
- Una vez termine la cirugía, se encontrará con unos tubos de drenaje y un vendaje compresivo alrededor de su cabeza, estos son para evitar la formación de hematomas (colecciones de sangre) y se retirarán al día siguiente de la cirugía.
- El dolor postoperatorio de esta cirugía es mínimo y se recomienda no realizar actividades de fuerza y tratamientos de belleza faciales y capilares durante un mes.
- Procure durante el tiempo de recuperación (días posteriores a su cirugía) dormir con la cabeza levantada a 30 grados para favorecer el drenaje.
- Hacia el primer mes se puede ver una leve mejoría pero notoriamente es posible ver resultados finales después de 6 meses.